Hasta hace un par de años atrás, el desarrollo humano había sido local y lineal, sin embargo hoy, el fenómeno es a nivel global. Lo que se hace en un lugar específico, tiene impacto casi inmediato en gran parte del mundo. Pero además de esto, es exponencial. Algunos ejemplos lo constituyen la robótica, la biotecnología y la inteligencia artificial.

La generación de hiperconectividad en la que vivimos, es llamada a generar hiperinnovación.
La tecnología no sirve sino es convertida en valor económico y social. Debe generar impacto.

Expositor: Hernán Orellana, Decano Facultad Ingeniería UNAB 


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